02 Mar La escalada como recurso pedagógico
Es conocido por todos los pedagogos o al menos debería serlo: Jean Jacques Rousseau (1762). El autor de Emilio, fue el principal reivindicador en posicionar al niño en el centro de la educación. (sin embargo, es cierto que mucho antes que Rousseau, Comeni ya nos hablaba del paidocentrismo). Más allá de la idea del paidocentrismo que también es una idea compartida en las características de la pedagogía de la aventura. Rousseau fue el principal impulsor del retorno a la naturaleza.
En su obra «Emilio» comparte la idea de que la sociedad corrompe al hombre, en medio de una transición hacia una nueva forma de organización mundial como sería la revolución industrial
Rousseau compartía en su obra la necesidad de que el niño en sus primeras etapas educativas se encontrara en contacto total con la naturaleza. Ya que ésta sería la encargada mediante la reflexión del niño o niña de darle las respuestas que se necesitan.
Aprendizaje experiencial
Dejando atrás la etapa romántica y entrados en el siglo XIX – XX. Aparece un concepto en el que se basa la pedagogía de la aventura y es el concepto del aprendizaje experiencial. John Dewey, fue de los principales autores que hablan del aprendizaje experiencial. Entendiendo este tipo de aprendizaje como en el que se aprende mediante la experiencia y reflexionando hacia lo vivido.
Es el principal promotor de la escuela activa que tiene en cuenta una educación integral. Dando especial relevancia a la parte moral y contra el predominio intelectual como en la escuela tradicional. También poniendo énfasis en la necesidad del contacto con el medio y el descubrimiento del entorno. Estos son dos aspectos que fomentamos desde Enfila’t utilizando la escalada como recurso pedagógico.
Montessori, Decroly incluido Neill con la escuela Sumerhill, son autores atemporales que siguen teniendo mucha influencia en la pedagogía actual. Todos ellos apoyan la idea de una educación basada en los intereses del niño y en contacto con el medio.
La pedagogía de la aventura como menciona Caballero: “tiene por finalidad el desarrollo integral de la persona a través de actividades físicas en el medio natural, contribuir en el proceso de humanización. Ya que se persigue educar en ya través de las actividades físicas en el medio natural y las actividades de reto/aventura».
La escalada como recurso pedagógico
Así pues, utilizando la escalada como recurso pedagógico seguimos una línea basada en el aprendizaje experiencial, por intereses y englobado dentro de la pedagogía de la aventura. Según Parra (2009) «Las actividades en la naturaleza no son buenas ni malas por sí solas, sino que dependen de los objetivos que se persigan». Por este motivo, es necesario tener en cuenta qué tipo de acompañamiento educativo ofrecemos. Sobre todo cuando tratamos de trabajar aspectos relacionados con la competencia emocional.
Las AFAN
Son muchos los autores que reafirman la idea del potencial educativo inherente a las actividades en el medio natural. Algunos de ellos son: Funollet, Olivera, Parra, Santos y Martínez, entre otros. Especialmente en cuanto a especialistas en AFAN como referente teórico destacamos en Miranda, Olivera y Mora (1994). Gracias a las bases conceptuales de estos especialistas. (entre otras aportaciones y reinterpretaciones como la de Caballero.P) Extraemos que:
Las AFAN se desarrollan en el medio natural. En un contexto desconocido por las personas que participan y con cambios constantes. Algo que permite recibir una abundancia de estímulos. El hecho de encontrarse en este contexto natural, estas actividades ofrecen la posibilidad de vivir el medio y experimentarlo. Y así después valorarlo y ser más respetuosos con él.
Las actividades con esa connotación de aventura siempre tienen un factor de riesgo presente. Un riesgo objetivo que está inherente a la práctica de la actividad. Y un riesgo subjetivo que depende de la percepción y la sensación de la persona que realiza la actividad. Algo que puede gestionarse mediante la realidad del riesgo objetivo. El cual siempre debe procurarse minimizar al máximo para poder acompañar esta visión subjetiva.
Este tipo de actividades suelen provocar también una gran motivación intrínseca de las personas. Promovida por la incertidumbre de la situación de aventura y las sensaciones que esto conlleva. Son actividades vivenciales que, si se acompañan adecuadamente, pueden ofrecer una ventaja especial para el desarrollo personal y social.
Gracias a la participación y la implicación de todos los aspectos a escala cognitiva, social y emocional se generan sensaciones y emociones que después requieren aprender a gestionarlas. Por tanto, se asegura un aprendizaje emocional. También un desarrollo de habilidades sociales al afrontar la aparición de situaciones conflictivas.
CAPACIDADES Y HABILIDADES PERSONALES
Autonomía, toma de decisiones y establecimiento de objetivos.
Autoestima, autoafirmación, autoevaluación.
Participación y esfuerzo.
Responsabilidad
Gestió de les emocions
Hábitos saludables
Capacidades físicas
Habilidades técnicas
CAPACIDADES Y HABILIDADES SOCIALES
Respeto hacia los demás
Empatía
Comunicación
Asertividad
Cooperación, dar y solicitar ayuda
Confianza en los otros
Resolución de conflictos
Respeto al medio ambiente
Caballero,P. EmásF, Revista Digital de Educación Física. Pag. 99-114, Año 4, Num. 19 (noviembre-diciembre de 2012) http://emasf.webcindario.com ISSN: 1989-8304 Depósito Legal: J 864-2009
El nacimiento de la escalada surge en la segunda mitad del siglo XIX. Anteriormente la escalada era vista como algo peligroso e imprudente. Con el paso del tiempo, su práctica se ha extendido notablemente y el material que se utiliza se ha modernizado. Éste ha evolucionado aportando mayores sistemas de seguridad y consecuentemente, menos riesgos en su práctica. Existe una variedad de documentación a nivel bibliográfico y en portales telemáticos donde los objetos que los tratan son la educación y la escalada:
La enseñanza de la práctica de la escalada.
En 1998, en el volumen 2 de Educación Física y Deporte no século XXI, titulado: Congreso Internacional de Intervención en Conductas Motrices y Significativas. Gabriel Portí y de Ballabriga propone una línea de trabajo para la enseñanza de la práctica de la escalada. Teniendo en cuenta la gran evolución que estaba teniendo en esos momentos la escalada y la larga trayectoria de tradición excursionista que tenía Cataluña.
Así pues, la propuesta trata de tener en cuenta tres factores en la enseñanza y dar alternativas a los dos modelos de aprendizaje protagonistas del momento: el autoaprendizaje y la imitación. Dos modelos que en la actualidad siguen siendo los principales modelos en el proceso de adquisición de conocimientos de la mayoría de escaladores. Pues, la propuesta de Portí respecto a las consideraciones en el proceso de enseñanza de la escalada se basa en tres grandes factores:
«Desconocimiento de la técnica de seguridad:
La escalada se diferencia de los deportes tradicionales por el elemento de riesgo. Por tanto en primer lugar lo más importante es dar a conocer las técnicas de seguridad que permiten realizar la práctica.
Pedagogía del riesgo:
Entendemos por pedagogía del riesgo plantear ejercicios donde los niños tengan una percepción del riesgo elevada y la del educador nula. Creando así nuevas sensaciones y emociones, situaciones en las que los participantes deban tomar el control y ser capaces de mantener una actitud predispuesta al equilibrio emocional.
Desconocimiento motriz:
El movimiento por ascender requiere una buena base motora. Así pues, la formación debe ser enfocada al descubrimiento de este movimiento, en el que el participante pueda equivocarse o acertar. Ampliando así el conocimiento de su propio cuerpo y sus posibilidades, ampliando así su inteligencia motora”.
